La construcción de casas modulares con contenedores sigue un proceso especializado que difiere de la construcción convencional. El flujo de trabajo comienza con la selección del contenedor: elegir unidades con una integridad estructural óptima que luego se limpian y revisan exhaustivamente. Las modificaciones comienzan con cortes precisos para las aberturas de puertas/ventanas, seguidos de refuerzos estructurales para mantener la integridad del conjunto. El proceso constructivo incluye: 1) Preparación de superficies (chorro de arena, tratamiento contra la corrosión, imprimación); 2) Instalación de aislamiento térmico (espuma proyectada, sistemas de paneles o enfoques híbridos); 3) Estructura interior (montantes de acero liviano o madera); 4) Instalaciones preliminares (electricidad, fontanería, climatización); 5) Acabados interiores (pladur, suelos, armarios); 6) Tratamientos exteriores (revestimientos, techos, protección contra el clima). Se realizan controles de calidad en cada etapa, prestando especial atención a la calidad de las soldaduras, las barreras contra la humedad y la continuidad del aislamiento. La construcción se lleva a cabo principalmente en entornos controlados de fábrica, con el ensamblaje final en el lugar de destino. Este método garantiza precisión, reduce retrasos por condiciones climáticas y minimiza los residuos de construcción en comparación con las técnicas tradicionales, al tiempo que crea viviendas duraderas y de alto rendimiento.