Las casas modulares de dos plantas maximizan el espacio habitable en huellas compactas mediante el apilamiento vertical. El diseño típicamente sitúa las áreas comunes (cocina, sala de estar) en la planta baja, con espacios privados (dormitorios, baños) en el piso superior, conectados por escaleras interiores o exteriores. La ingeniería estructural garantiza estabilidad, con conexiones reforzadas entre los contenedores y soportes adicionales de acero según sea necesario. El nivel inferior suele contar con cimientos de hormigón o pilotes que elevan la estructura para protección contra inundaciones o atractivo estético. Grandes ventanas y puertas de vidrio en ambos niveles mantienen la conectividad visual entre las plantas y con el exterior. Terrazas o balcones en el segundo piso extienden los espacios habitables hacia afuera. Algunos diseños presentan voladizos en los contenedores superiores para crear áreas exteriores cubiertas debajo. La disposición vertical permite interesantes volúmenes interiores, con posibilidades de espacios de doble altura o niveles intermedios. Los acabados exteriores pueden diferenciar entre plantas, por ejemplo, metal industrial en la parte inferior y revestimiento de madera en la superior. Estas casas demuestran un excelente desempeño térmico ya que el calor naturalmente asciende a través de las plantas. Una cuidadosa atención al diseño de las escaleras y la colocación de ventanas asegura una circulación cómoda y una abundante luz natural en ambas plantas. La configuración vertical resulta especialmente valiosa para terrenos urbanos o ubicaciones panorámicas donde maximizar las vistas es una prioridad.